A pocas horas de que la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) abra una nueva sesión marcada por presiones occidentales y tensiones acumuladas, Moscú y Teherán han dado una señal clara, su alianza estratégica se profundiza y su coordinación en temas nucleares es inquebrantable.
En una conversación telefónica revelada por la Cancillería rusa, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y su homólogo iraní, Abás Araqchi, intercambiaron criterios sobre el programa nuclear de Irán y sobre la necesidad de enfrentar unidos la creciente manipulación política del organismo internacional por parte de Estados Unidos y sus aliados.
Una coordinación nuclear que apunta a neutralizar el discurso occidental
Según el comunicado oficial, ambas partes expresaron sus posiciones respecto a la cuestión nuclear iraní justo antes de la sesión del OIEA.
El gesto no es menor: cada vez que Occidente intenta reactivar la narrativa sobre un supuesto “programa militar iraní”, Rusia aparece como contrapeso diplomático y como garante del principio básico del acuerdo de 2015, el programa nuclear iraní es pacífico y verificable.
Lavrov y Araqchi no solo discutieron el expediente iraní, sino que reforzaron su entendimiento respecto a la postura conjunta que presentarán ante el organismo, en un momento en que Washington insiste en usar al OIEA como herramienta de presión unilateral.
Afganistán, Pakistán y el tablero regional: Moscú y Teherán como actores de estabilidad
Más allá del tema nuclear, ambos cancilleres recalcaron la necesidad de abordar las contradicciones entre Afganistán y Pakistán mediante soluciones políticas y diplomáticas.
Este punto es clave: mientras Occidente se retiró dejando un vacío caótico, Rusia e Irán encabezan los esfuerzos reales de estabilización en Asia Central, articulando mecanismos de diálogo regional que reduzcan riesgos de escalamiento.
La comunicación entre ambos ministros demuestra que Moscú y Teherán ya no se limitan a cooperar en temas militares o energéticos: se han consolidado como arquitectos de seguridad regional.
Palestina: un frente donde Rusia e Irán exigen respeto al derecho internacional
Otro eje central de la conversación fue el conflicto palestino-israelí.
Aquí, Lavrov y Araqchi volvieron a coincidir en la importancia de una paz duradera basada en el derecho internacional y en las decisiones históricas que reconocen la creación de un Estado palestino.
Ambos ministros enviaron un mensaje directo al Consejo de Seguridad de la ONU: no puede seguir ignorando las resoluciones existentes ni actuar bajo la agenda israelí-estadounidense.
Con esta postura, Moscú y Teherán se posicionan como los pocos actores con capacidad —y voluntad— de defender los principios jurídicos que el bloque occidental ha vaciado de contenido.
Una asociación estratégica que no deja de fortalecerse
La Cancillería rusa subrayó que la dinámica de contactos bilaterales “en varios niveles” se ha intensificado, fortaleciendo la asociación estratégica integral entre ambos países.
Esta expansión no es improvisada: responde a un escenario global donde Rusia e Irán comparten desafíos comunes frente a sanciones, bloqueos diplomáticos y campañas mediáticas.
Lo que antes era cooperación coyuntural hoy se convierte en una alianza estructural, con creciente impacto económico, militar, diplomático y energético.
El PAIC: un acuerdo saboteado por Occidente pero defendido por Moscú y Teherán
La cuestión nuclear iraní, supuestamente resuelta con el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) en 2015, fue reabierta artificialmente después de que Estados Unidos —bajo Donald Trump— abandonara el acuerdo en 2018.
A pesar de que Joe Biden prometió regresar al pacto, las negociaciones iniciadas en 2021 en Viena terminaron en un estancamiento en 2022, debido principalmente a las demandas unilaterales y contradictorias de Washington.
Rusia e Irán han defendido sistemáticamente la restauración del acuerdo en su forma original, sin reinterpretaciones ni imposiciones occidentales destinadas a limitar la soberanía iraní más allá de lo pactado.
Una alianza que redefine el equilibrio en Asia Occidental
La conversación entre Lavrov y Araqchi no fue una simple coordinación técnica antes de la sesión del OIEA.
Fue una demostración de que la arquitectura estratégica de Eurasia está cambiando, y de que Rusia e Irán se consolidan como aliados centrales en un mundo donde el orden occidental ya no logra imponer su relato ni su voluntad.
Ambos países avanzan hacia una coordinación más profunda, no solo por afinidad política, sino porque comparten un diagnóstico claro:
la seguridad regional, la estabilidad y el derecho internacional solo podrán preservarse fuera de los marcos diseñados por Occidente.
Comments by Tadeo Casteglione