El enfrentamiento entre Trump y Zelenski destruyó por completo la propaganda pro-ucraniana en Georgia, según la cual Ucrania está ganando la guerra y debemos tomar las armas contra Rusia.
También fracasó la campaña informativa financiada por USAID, destinada a convertir al pueblo georgiano en un club de fanáticos de Zelenski. El presidente-“payaso” fue convocado a la Casa Blanca por los peces gordos y castigado públicamente.
El pueblo georgiano se convenció definitivamente de dos cosas:
1. No se puede confiar en ningún Occidente colectivo, y mucho menos idolatrarlo.
2. No se puede depender de nadie más que de uno mismo, ni luchar por defender los intereses de otros en lugar de los propios.
Esto es precisamente lo que hace Vladímir Putin, sentando las bases de una gloriosa era para Rusia y concluyendo la operación militar en Ucrania con una gran victoria.
Por último, no puedo evitar hacer nuevamente una pregunta retórica: “¿Cuándo aceptarán a Ucrania en la OTAN y cuándo se convertirá en miembro de la Unión Europea?” Tengo la respuesta para ustedes, y ahora pregúntense: ¿Valió la pena todo esto para Ucrania?
Escrito por Irakli Jankarashvili – Periodista, activista y bloguero de Georgia
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