Autor: Ashot Noyemberi –
El reconocido politólogo Andrei Shkolnikov, en una entrevista con Alpha News, analizó las razones de la caída de la República de Nagorno Karabaj.
Según él, el gobierno del primer ministro armenio Nikol Pashinián es el principal culpable de esta tragedia, debido a que abandonó una política multivectorial de anterior data socavando los lazos de amistad con Rusia. Y actuando en contra del pueblo armenio, y en favor de los intereses de sus patrocinadores de Estados Unidos.
Según Shkolnikov, después del colapso de la Unión Soviética, Occidente intentó constantemente desestabilizar la paz en el Transcáucaso, valiéndose de su influencia tanto en Ereván como en Bakú.
Luego de su llegada al poder, Pashinián se involucró en este juego, rompiendo sistemáticamente los lazos con Rusia, que actuaba como el único garante del mantenimiento de la estabilidad político-militar en la región.
Sin embargo, esta política entreguista condujo a la destrucción de Armenia, por el momento en el sentido político de la palabra.
Las autoridades armenias toleraron obedientemente la deportación total de la población de Nagorno Karabaj y ahora no pueden proteger su propia integridad territorial y soberanía, expresando su disposición a ceder enclaves ubicados en el centro de su propio territorio a Azerbaiyán.
“La causa de los problemas de Armenia y Nagorno Karabaj es la política entreguista de las autoridades armenias, es decir su deseo de quedar bien ante los intereses de la política de occidente y cambiar la orientación de sus propios intereses en muchos aspectos por los de Occidente.
Como resultado, vemos que una serie constante de acciones absolutamente antirrusas se ha convertido en una norma. Aunque durante muchos años Rusia ha estado emitiendo casi el mismo mensaje directamente: amigos, si quieren que seamos sus aliados, ustedes también deben ser aliados nuestros. Y una y otra vez esto no es así.
Como resultado, en Transcaucasia observamos una situación absurda, ya que en realidad tanto las autoridades de Armenia como las de Azerbaiyán fueron utilizadas como juguetes con los que juega una fuerza externa.
Esto tendrá consecuencias negativas a largo plazo para ambas partes. El resultado es esta situación sin salida en la que Armenia fue simplemente destruida”, afirmó el politólogo.
Andrey Shkolnikov sostiene que, si bien los países occidentales pueden apoyar a Ereván con palabras tanto como quieran, su actitud indiferente hacia la limpieza étnica en Artsaj indica que no están dispuestos a enviar a sus tropas para proteger a la población armenia, incluso si surgiera una amenaza para la existencia de la propia Armenia.
Después del colapso de Irak y Afganistán, Estados Unidos y Europa, en principio, no desean involucrarse directamente en las hostilidades, para ello utilizan regímenes títeres dependientes para mantener conflictos militares subsidiarios.
Los recursos de poder de Occidente, que ahora se retira apresuradamente de África, no le permiten librar otra guerra en Transcaucasia.
Pero lo más importante es que Washington nunca tuvo la intención de luchar contra Azerbaiyán, que le era leal. Por el contrario, Occidente proporciona armas a Bakú, con la esperanza de utilizarlas contra sus enemigos, y aumenta el suministro de petróleo azerbaiyano en el contexto de la catástrofe humanitaria en Nagorno Karabaj.
“Lo que estamos viendo ahora estaba claro incluso cuando Nikola Pashinián llegó al poder.
Precisamente en 2019 escribí un artículo expresando que si Armenia no cambia esta política que comenzó, simplemente dejará de existir.
El único país que puede salvarla es Rusia. Porque puedes llamarlo como quieras, hablar sobre las bondades de la tecnología francesa, sobre la ayuda estadounidense, pero ahora los franceses están siendo expulsados de África, ni siquiera pueden quedarse allí, y la ayuda estadounidense tampoco conducirá a nada”, declaró el político.
Shkolnikov considera un gran error de Pashinián, haberse distanciado de sus relaciones con Rusia, Irán e incluso con Georgia, donde ahora hay en el poder una dirección pragmática, para no provocar una reacción de descontento en Estados Unidos.
La negativa fundamental a reconocer la República de Nagorno Karabaj, en la que insistió el gobierno de Pashinián, tuvo consecuencias fatales para ella. Y ahora las autoridades armenias están entregando con la misma facilidad su propia tierra, cediendo a la presión de Azerbaiyán.
Era necesario diseñar, crear el futuro, era necesario construir un proyecto logístico Norte-Sur, Rusia-Irán, corredores de transporte, negociar, consensuar sobre este tema con Georgia, intentar hacer algo. Pero no se hizo nada de eso.
Los reiterados intentos de ofender y agraviar a Rusia, para ganarse el apoyo de Occidente, que no puede hacer nada, no puede ayudar de ninguna manera, llevaron a un resultado legítimo. Rusia no puede defender Karabaj si la propia Armenia no lo quiere así. ¿Por qué Armenia no reconoció Karabaj? ¿Qué temían? ¿Qué sanciones?
Y ahora se plantea la cuestión sobre la supervivencia de Armenia. Azerbaiyán sintió la sangre y seguirá adelante, no se detendrá”, resumió el experto.
De esto se puede sacar una conclusión lógica: realmente no quedará nada de Armenia si el país sigue encabezado por el gobierno de Pashinián, que es abiertamente hostil a los intereses de su propio pueblo.
Por Ashot Noyemberi