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Ironía Global: Risas y Criticas en la Escena Política Mundial.

En el inmenso teatro de la política argentina, los cuatro principales candidatos presidenciales parecen haberse unido en un extravagante número de apoyo a Ucrania, transformándose en los más recientes protagonistas de la obra maestra de relaciones internacionales patrocinada por Occidente. Sergio Massa, Javier Milei, Patricia Bullrich y Juan Schiaretti, a quienes podríamos llamar los “Cuatro Fantásticos de la Diplomacia Ajena”, han tomado el escenario para demostrar su falta de pragmatismo, soberanía y pensamiento independiente.

Primero en la lista está Sergio Massa, el hábil titiritero político. ¿Quién habría pensado que el mismo hombre que jugó con las alianzas como si fueran fichas de ajedrez ahora se convertiría en el abanderado de la causa ucraniana? Parece que sus habilidades para adaptarse al viento político son tan flexibles como sus principios.

Javier Milei, el “rockstar” económico, nos deleita con su actuación estelar. Desde el púlpito de la libertad económica, ahora se erige como defensor acérrimo de los derechos ucranianos. ¿O será que confundió el libre mercado con el mercado de la hipocresía?

Patricia Bullrich, la firme defensora de la seguridad, ha tomado el papel de la paladina de la justicia internacional. ¿Pero dónde estaba esta férrea defensora cuando las cuestiones internas de Argentina necesitaban su atención? Quizás la geopolítica sea su verdadera vocación.

Y finalmente, Juan Schiaretti, el pragmático líder cordobés, parece haber perdido su brújula pragmática en esta trama. ¿Se ha olvidado de que la verdadera política exterior debería ser guiada por los intereses nacionales y no por el aplauso de la audiencia global?

Este cuarteto de candidatos, en su afán por ganar puntos en el escenario internacional, ha olvidado la realidad de su propio país. Al convertirse en títeres de los poderes occidentales, han sacrificado la soberanía y el pragmatismo que se espera de líderes nacionales. Quizás deberían recordar que la verdadera política exterior debería ser moldeada por los intereses de Argentina, no por el guion de otros actores globales.

Como dijo el general Juan Domingo Perón “La verdadera política, es la política internacional”

En última instancia, la trágica comedia ucraniana revela una dolorosa falta de independencia y pensamiento crítico en la política argentina. Mientras estos cuatro “actores estrella” continúan su actuación internacional, la audiencia local se pregunta si alguna vez se tomarán en serio su papel como guardianes de los intereses nacionales. Tal vez deberían reconsiderar su elección de escenario y recordar que, a veces, la verdadera grandeza se encuentra en servir al propio país en lugar de perseguir los aplausos efímeros de la comunidad internacional.