Desde mi rol de periodista preocupado por la situación global actual, me siento obligado a abordar el fenómeno de la desinformación global, que presenta múltiples aristas y genera diversas interpretaciones. Desde la perspectiva de la manipulación intencionada para mantener a la población en la ignorancia, hasta la necesidad de abstenerse de fuentes de información dañinas, la cuestión de la desinformación es especialmente relevante en el contexto actual, caracterizado por una mirada predominantemente occidental.
La desinformación global es un fenómeno complejo que abarca múltiples aristas y genera diversas interpretaciones. Desde la perspectiva de la manipulación intencionada para mantener a la población en la ignorancia, hasta la necesidad de abstenerse de fuentes de información dañinas, la cuestión de la desinformación es especialmente relevante en el contexto actual, caracterizado por una mirada predominantemente occidental.
Crecimiento de la Aversión a las Noticias
En el último año, ha habido un notable incremento en la aversión de la población mundial hacia las noticias. Según el Digital News Report 2024 del Instituto Reuters, el 39% de las personas evitan “con frecuencia” las noticias, un aumento significativo en comparación con el 29% registrado en 2017. Este cambio de actitud se debe, en gran medida, a la percepción de que las noticias son “deprimentes”, “repetitivas” y “aburridas”. La constante cobertura de guerras, desastres y política ha generado una sensación de agotamiento entre los consumidores de noticias.
Excesiva Cantidad de Información
El informe destaca que casi cuatro de cada diez personas (39%) se sienten “exhaustas” por la cantidad de noticias disponibles, frente al 28% en 2019. Esta sensación es particularmente aguda en países como Francia y Brasil, donde el 46% de la población se siente abrumada por el volumen de información. En España, Canadá, Estados Unidos y Alemania, las cifras también son significativas, oscilando entre el 41% y el 44%.
Uno de los factores que contribuyen a esta sensación es el aumento del uso de teléfonos inteligentes y la constante recepción de notificaciones de aplicaciones, lo que dificulta escapar del flujo incesante de noticias. Las plataformas digitales, que requieren un alto volumen de contenidos para alimentar sus algoritmos, también desempeñan un papel crucial en esta saturación informativa.
Preocupación por las Noticias Falsas
La omnipresencia de las noticias va acompañada de una creciente preocupación por la veracidad de la información. En el último año, la preocupación sobre qué es real y qué es falso en internet ha aumentado en tres puntos porcentuales, con el 59% de los encuestados mostrando inquietud.
Las plataformas como TikTok y X (anteriormente conocida como Twitter) son especialmente problemáticas, ya que han albergado desinformación o teorías de conspiración sobre diversos temas, desde el conflicto en Gaza hasta la salud de la princesa de Gales.
Impacto en el Consumo de Noticias
La desinformación y la sobrecarga informativa han tenido un impacto notable en el consumo de noticias. Los diarios y los sitios de noticias tradicionales están perdiendo adeptos, mientras que el video se está convirtiendo en una fuente más importante para las noticias en línea, especialmente entre los jóvenes. El informe del Instituto Reuters indica que dos tercios (66%) de los encuestados acceden a videos informativos breves cada semana.
Interpretaciones y Conclusiones
La creciente aversión hacia las noticias y la preocupación por la desinformación reflejan un cambio significativo en la forma en que las personas interactúan con la información.
Algunos interpretan este fenómeno como un intento deliberado de mantener a la población en la ignorancia para facilitar la manipulación. Desde esta perspectiva, la abundancia de noticias deprimentes y repetitivas sirve para desmoralizar y desinformar a la ciudadanía, creando un entorno donde es más fácil imponer narrativas específicas.
Por otro lado, existe una creciente conciencia sobre la necesidad de abstenerse de fuentes de información dañinas que buscan manipular y engañar. La diferenciación entre fuentes confiables y no confiables es más crucial que nunca, y la capacidad de discernir información veraz se ha convertido en una habilidad esencial en la era digital.
La mirada occidental predomina en el análisis de la desinformación, lo que puede llevar a una percepción sesgada de los acontecimientos globales. Es fundamental reconocer que la desinformación es un problema global que afecta a todas las regiones y que requiere un enfoque holístico y multilateral para ser abordado eficazmente.
En conclusión, la desinformación global es un desafío complejo que exige una respuesta multifacética. La educación mediática, la regulación de las plataformas digitales y la promoción de fuentes de información confiables son pasos esenciales para combatir este fenómeno y construir un entorno informativo más saludable y equitativo.