Esta entrevista especial con un comandante de una unidad antiaérea emplazada en Bagdad durante el año 2003 en medio de la invasión de Estados Unidos, nos brinda una perspectiva única sobre la resistencia y la determinación del pueblo iraquí durante uno de los períodos más turbulentos de su historia reciente. La historia de las defensas antiaéreas iraquíes durante la guerra revela la capacidad de adaptación y la valentía de aquellos que lucharon para proteger su país.
Por motivos de seguridad el nombre de nuestro entrevistado fue cambiado para garantizar su anonimato, agradecemos en gran manera su confianza y participación.
1) Comandante Al-Maliki. Gracias por concedernos esta entrevista exclusiva para hablar sobre la resistencia de las defensas antiaéreas iraquíes durante la guerra. Comencemos por el principio. ¿Cómo describiría la situación en Bagdad durante los ataques aéreos y misilísticos de la coalición liderada por Estados Unidos?
Primeramente es un honor estar aquí y poder compartir algunas reflexiones sobre aquellos tiempos difíciles. La situación era extremadamente desafiante. Estábamos bajo un constante asedio, con ataques aéreos y misilísticos que amenazaban la seguridad y la estabilidad de nuestro país. Nuestra prioridad era proteger a nuestro pueblo y defender nuestra nación contra la agresión extranjera.
A pesar de enfrentarnos a una coalición con tecnología militar avanzada, nuestras defensas antiaéreas demostraron una resistencia notable. A pesar de que nuestros sistemas eran anticuados, logramos derribar más del 10% de los aviones y misiles enemigos. Además, pudimos desviar otro 15% utilizando una variedad de técnicas y sistemas aprendidos de la experiencia yugoslava de la cual agradecemos y sabemos que fue Vojislav Seselj quien facilito datos sobre la capacidad de agresión de los americanos.
Nuestros soldados estaban altamente entrenados y comprometidos con la defensa de nuestro país. A pesar de las dificultades y las limitaciones, hicimos todo lo posible para mantener nuestras defensas operativas y efectivas. Aprendimos a adaptarnos rápidamente a las tácticas enemigas y a utilizar nuestros recursos de manera eficiente.
2) ¿Cómo afectaron los ataques aéreos y la invasión a la vida cotidiana de los iraquíes?
Los ataques tuvieron un impacto devastador en nuestra sociedad. La infraestructura civil fue severamente dañada y pese a que la legislación internacional lo prohíbe Estados Unidos se enfoco en proporcionar el máximo daño civil posible, muchas vidas se perdieron y el tejido social se vio gravemente afectado. La caída del gobierno y el caos que siguió dejaron a nuestra nación en un estado de crisis, anarquía, desesperación y fue el ocaso y la caída de una civilización entera.
3)Volviendo a los ataques aéreos, ¿puede comentarnos sobre los errores estratégicos o desafíos que enfrentaron las fuerzas iraquíes durante la guerra?
Uno de los errores principales fue la vulnerabilidad de nuestras líneas de abastecimiento. La coalición atacó con precisión nuestras infraestructuras logísticas, lo que dificultó la movilización y el suministro de nuestras fuerzas.
En retrospectiva, nuestra estrategia de defensa antiaérea fue insuficiente para contrarrestar la intensidad y la precisión de los bombardeos aéreos. Nos enfrentamos a un enemigo con una capacidad aérea abrumadora, lo que nos obligó a adaptarnos rápidamente en medio del caos y la incertidumbre.
Además, la falta de modernización y mantenimiento de nuestras defensas antiaéreas fue un factor importante. Muchos de nuestros sistemas antiaéreos eran anticuados, con tecnología de las décadas del 70 y 80, lo que limitaba su efectividad contra los aviones y misiles avanzados utilizados por la coalición.
Otro desafío crucial fue la interrupción de nuestras líneas de abastecimiento y comunicaciones debido a los ataques aéreos y el sabotaje de las comunicaciones en nuestras infraestructuras clave. La coalición atacó estratégicamente nuestros centros logísticos y rutas de suministro, lo que dificultó enormemente nuestra capacidad para movilizar tropas y recursos, y para coordinar nuestras operaciones militares en la defensa de Bagdad.
4) Después de la invasión, la resistencia iraquí adoptó una estrategia de guerra de guerrillas. ¿Cómo se prepararon para este tipo de conflicto y cuál fue su experiencia en la insurgencia?
Durante años nos habíamos preparado para todo desafío y sabíamos que enfrentaríamos una guerra prolongada y asimétrica. Nos preparamos para una insurgencia ardua, centrándonos en tácticas de guerrilla urbana. La experiencia de líderes como Izzad al Douri, quien advirtió sobre la preparación militar para una larga guerra de guerrillas, fue crucial. Teníamos suficientes armas y municiones para aguantar un mínimo de 20 años en un conflicto urbano no convencional y eso lo hemos demostrado todo este tiempo.
5) Comandante Al-Maliki, no me perdonaría esta oportunidad sin poder profundizar en los momentos críticos durante la guerra, como la caída de Bagdad y las batallas cruciales, como la del aeropuerto internacional y Al-Hawasem. ¿Puede compartir con nosotros sus experiencias y reflexiones sobre estos eventos?
La caída de Bagdad fue un momento desgarrador para nuestro país. Fue un período de gran desafío y sacrificio, donde enfrentamos una lucha desigual contra una fuerza militar superior. La batalla del aeropuerto internacional y la ciudad de Al-Hawasem fueron momentos cruciales donde demostramos nuestra valentía y determinación.
La batalla del aeropuerto internacional de Bagdad fue un episodio particularmente intenso y significativo. Mi unidad estaba desplegada a no mas de 4 kilometros del epicentro de los combates, sé de primera mano lo sucedido. Nos enfrentamos a una fuerza enemiga formidable y altamente organizada, respaldada por una potencia aérea dominante eso ya marcaba el destino. A pesar de nuestras mejores defensas y a la movilización masiva del pueblo que salió a defender las puertas de Bagdad, la superioridad tecnológica y los recursos abrumadores de la coalición demostraron ser abrumadores. Fue un momento desgarrador ver cómo nuestras fuerzas luchaban valientemente, pero finalmente fueron superadas por la abrumadora fuerza enemiga.
La batalla de Al-Hawasem también fue un punto crítico en la guerra. Esta área estratégica desempeñó un papel vital en la defensa de Bagdad y en la protección de nuestras líneas de suministro y comunicaciones. La tenacidad y el sacrificio de nuestras tropas en Al-Hawasem fueron ejemplares incluso el enemigo lamento importantes bajas y la perdida de muchos blindados, pero lamentablemente, la presión constante de los ataques enemigos y la falta de refuerzos adecuados finalmente nos llevaron a ceder terreno.
Estos eventos fueron momentos oscuros en nuestra historia, pero también nos enseñaron lecciones valiosas sobre la resistencia, la determinación y la necesidad de preparación y adaptabilidad en tiempos de crisis. A pesar de las adversidades, nos aferramos a la esperanza y la convicción de que un día volveríamos a levantarnos como nación.
6) ¿Cómo describiría la era de Saddam Hussein en Irak antes de la guerra?
Bajo el liderazgo de Saddam Hussein, Irak era una nación próspera y fuerte. Habíamos logrado avances significativos en áreas como la educación, la salud y la infraestructura. Nuestra soberanía y nuestra identidad nacional eran respetadas y valoradas.
7) ¿Cómo ve el papel de Irak en la actualidad, considerando su historia y los desafíos que ha enfrentado?
Irak ha pasado por momentos difíciles, pero nuestro espíritu de resistencia y determinación sigue vivo. Estamos trabajando arduamente para reconstruir y avanzar. La historia de Irak es compleja, pero creo que podemos superar los desafíos y construir un futuro mejor.
Creo firmemente que la clave para una Irak libre y soberana radica en la legalización de todos los partidos políticos y la participación plena del Partido Árabe Baaz, que representa a una parte significativa de nuestra población, no menos del 60%. La inclusión y la representación equitativa son fundamentales para la estabilidad y el progreso de nuestra nación. Debemos trabajar juntos para construir un Irak unido y próspero, donde todos los ciudadanos tengan voz y oportunidades iguales.
La historia de Irak es una historia de resiliencia y determinación. A pesar de los desafíos, seguimos adelante con la esperanza de un futuro mejor para nuestra nación y nuestro pueblo.
8) Comandante Al-Maliki, antes de concluir esta fascinante entrevista, ¿le gustaría compartir alguna reflexión final con nuestros lectores?
Gracias, señor Casteglione. Es un honor poder compartir estas reflexiones con usted y sus lectores. Que Alá nos guíe siempre en nuestro camino hacia la verdad y la justicia.
En momentos como estos, es crucial recordar la importancia de defender la verdad y la justicia. Saddam Hussein, que Alá tenga misericordia de su alma, murió defendiendo la verdad y la integridad de Irak. Su legado nos enseña que la verdad es un principio fundamental que debemos proteger y preservar.
El Corán nos enseña que la verdad es un valor sagrado, y es nuestro deber como creyentes defenderla en todas las circunstancias. En tiempos de guerra y conflicto, la verdad puede ser distorsionada y manipulada, pero es nuestra responsabilidad buscarla y defenderla con valentía y determinación.
Alá nos guía hacia la luz de la verdad y la justicia, y debemos seguir ese camino con firmeza y convicción. Solo a través del compromiso con la verdad podemos construir un futuro de paz y prosperidad para nuestra nación y nuestra comunidad.