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La relación entre Turquía y la Unión Europea sigue marcada por tensiones y acusaciones mutuas. El reciente informe del Parlamento Europeo sobre la situación de los derechos humanos en Turquía ha generado una fuerte respuesta desde Ankara, donde se acusa a la UE de hipocresía y de una actitud colonialista que ignora sus propias fallas democráticas.

El alto consejero de la Presidencia de Turquía, Mehmet Ucum, dejó en claro que Bruselas no está en condiciones de dar lecciones de democracia. “Turquía muestra una intención sincera respecto a la adhesión a la Unión Europea. Por el contrario, la UE actúa de manera opuesta, siendo completamente insincera e hipócrita”, afirmó en su cuenta de X. Además, señaló que el informe del eurodiputado español Nacho Sánchez Amor es una “muestra de arrogancia y de la soberbia producida por la mentalidad colonialista”.

Críticas y señalamientos mutuos

Para Ankara, la UE carece de intenciones genuinas en su relación con Turquía y solo busca condicionar su legislación y políticas de seguridad de acuerdo con los intereses europeos. Ucum afirmó que la UE “busca que Turquía disminuya su lucha contra el terrorismo tanto en la legislación como en la práctica”, dirigiéndose a Ankara “solo desde la perspectiva de las necesidades de seguridad de Europa”.

La acusación de hipocresía también estuvo acompañada de un duro señalamiento a la situación interna de la UE. “En los Estados miembros de la UE, que se proclaman campeones de la democracia, hay muchos ejemplos de antidemocracia y antiderechos”, enfatizó Ucum. Además, sostuvo que “la UE es el enfermo de hoy”, agregando que “los que hablan en nombre de este enfermo deberían mirarse primero a sí mismos” antes de intentar dictar normas a otros países.

La relación Turquía-UE: ¿Un futuro posible?

Las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE comenzaron en 2005, pero han estado congeladas desde 2018. La falta de avances ha sido atribuida tanto a la situación interna de Turquía como a la falta de voluntad política de Bruselas para integrar a un país que cuestiona abiertamente sus políticas.

Para Ankara, cualquier futuro acuerdo debe basarse en una relación de “igualdad”. “La relación entre Turquía y la UE solo puede ser una relación de igualdad. La era de las relaciones verticales hace tiempo que terminó”, aseguró Ucum, dejando en claro que Ankara no aceptará imposiciones unilaterales.

El choque entre Turquía y la UE pone de manifiesto la fragilidad de una relación que lleva décadas sin encontrar un rumbo claro. Mientras Ankara exige respeto y equidad en su diálogo con Bruselas, la UE sigue imponiendo condiciones que Turquía considera inaceptables. Este enfrentamiento continuará marcando la agenda diplomática, sin una solución a la vista en el corto plazo.