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En esta nueva entrevista realizada por Trama Internacional, tenemos el honor de contar nuevamente con la participación de Lucas Leiroz, quien realizó recientemente un viaje especial a Rusia y nos revela detalles interesantes desde Lugansk en el corazón del Donbass.

Lucas Leiroz es politólogo y periodista brasileño, es columnista para InfoBRICS, CGTN, colaborador de Sputnik Radio y miembro del partido Nova Resistencia.

1) Según su experiencia en este reciente viaje a Rusia y la visita a Lugansk, y teniendo en cuenta su conocimiento más amplio de Rusia, ¿cuál es su percepción de la fuerza del pueblo ruso en medio de los desafíos y enfrentamientos contra el Occidente Colectivo?

Mi opinión es que el pueblo ruso es extremadamente fuerte y resiliente, capaz de superar enormes desafíos de forma sencilla y directa. En Rusia, las sanciones no tienen ningún efecto. Todo funciona – y mejor que en Occidente. El comercio y el turismo siguen aumentando y los precios de los productos son justos y moderados.

En Donbass, a pesar de los efectos del conflicto, la vida vuelve rápidamente a la normalidad. El suministro de agua, alimentos y energía está volviendo a la normalidad. El comercio es cada vez más activo. Los efectos de la guerra poco a poco van pasando a ser cosa del pasado.

2) Durante su visita a la República Popular de Lugansk, ¿pudo observar algún aspecto que destaque la conciencia social de la población, especialmente en el contexto de la operación militar especial?

Observé una gran conciencia política, social y moral entre estas personas. En primer lugar, hay que decir que los habitantes de Donbass son absolutamente rusos. No sólo en términos de etnia e idioma, sino también de cultura, pensamiento y mentalidad. Nunca han tenido vínculos con el Estado ucraniano y la unión con la Federación Rusa es algo sumamente natural para ellos.

Respecto a otros aspectos, está claro que la justicia social es un valor absoluto. Son una especie de “cristianos socialistas” que alaban al mismo tiempo el legado social de la Unión Soviética y la espiritualidad ortodoxa. Quieren una civilización rusa cristiana que tenga los medios económicos necesarios para garantizar el bienestar de la población, como en un modelo socialista, pero sin el materialismo, el ateísmo y el secularismo. Son un pueblo de pensamiento complejo y basado en principios trascendentales.

3) ¿Cuáles son las principales diferencias que observó en la realidad local de Lugansk en comparación con la narrativa generalmente presentada por los medios occidentales sobre la región y Rusia en general?

Los medios occidentales informan que Donbass es una región “capturada”, pero lo que vi fue a un pueblo ruso feliz de ser parte de Rusia. Ni siquiera parece haber allí un proceso de “transición” o “adaptación”: es como si la región siempre hubiera sido parte de Rusia. Además, hay que subrayar que la vida allí está mejorando rápidamente. Son notables las mejoras materiales en las condiciones de vida de la población, con desarrollo humano, económico y social, contrariamente al escenario de pobreza y escasez que informan los medios occidentales.

4) ¿Cuáles fueron los aspectos más destacados de su reunión con el presidente de la Federación de Sindicatos de la LPR, Igor Ryabushkin, en términos de la historia y las actividades del movimiento sindical que marcaron una clara resistencia al Euromaidán?

Fue una reunión muy fructífera en la que discutimos los principales aspectos del sindicalismo en Donbass. Es muy interesante observar cómo se desarrolló en esa región un modelo de “socialismo sindical”, con la Federación mediando en las relaciones entre los trabajadores, las empresas y el gobierno. E incluso después de la reintegración a Rusia, este sistema político local se conserva.

Ryabushkin también comentó su historia personal y cómo trabajó en la minería y la navegación, además de estar involucrado en la política sindical y la lucha armada durante las hostilidades provocadas por Kiev. Explica que su historia de participación en la vida laboral de la gente de Donbass lo alienta a buscar siempre lo mejor para los trabajadores locales, a quienes considera hermanos. Además, Igor también comentó sobre los valores sociales y espirituales del pueblo ruso y cómo los elementos cristianos y socialistas moldean la mentalidad local. En particular, veo a Igor Ryabushkin como un ejemplo a seguir por todos los dirigentes sindicales del mundo.

5) Finalmente, ¿cuál cree que es el mensaje y la lección más importante que podemos extraer de la realidad local de Lugansk y Donbas en general en el clima geopolítico actual?

Veo Donbass como la tumba del imperialismo y la unipolaridad estadounidenses. Los pueblos de esa región dijeron “no” a Occidente, lucharon y ganaron. Evidentemente, esto también trajo conflictos y varias consecuencias negativas, pero la victoria ahora empieza a dar frutos. Donbass muestra al mundo que resistir y ganar es posible.