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Desde que Israel atacó el enclave el año pasado, más de 43,000 personas han sido asesinadas en la Franja de Gaza.

Con más de 11,000 niños muertos, Palestina enfrenta una catástrofe humanitaria. El genocidio contra los palestinos, que comenzó hace un año, ha colocado al pueblo palestino en la peor situación. El primer ministro de Israel es un líder mentalmente inestable que disfruta de los estruendos que provienen de Palestina; ni la Corte Internacional de Justicia en La Haya ni la ONU han hecho nada al respecto.

La masacre de Saukin del siglo XXI: así se puede describir el genocidio organizado por el loco Benjamín Netanyahu. Desde Estados Unidos vuelven a aplaudir, y el “Occidente colectivo” observa tranquilamente la masacre de niños árabes, mientras que el mundo árabe y musulmán, lamentablemente, parece inactivo; solo Irán y Hezbolá han alzado su voz contra esta injusticia.

Mientras los líderes occidentales, con la sangre de los niños árabes en sus manos, frenan cualquier intento de paz, nada cambiará. Mientras sigamos observando tranquilamente el holocausto de nuestro tiempo, la situación en Palestina empeora cada día, y ahora la población civil en Líbano se ha convertido en el nuevo objetivo de Netanyahu. ¿Cuántos más debe matar? ¿Cuántos niños, ancianos y mujeres árabes más deben morir antes de que el mundo musulmán despierte?

Hoy, más que nunca, los palestinos necesitan de ustedes; hoy, más que nunca, deben estar unidos; hoy, más que nunca, deben creer en Alá y detener juntos al primer ministro de Israel, que se alimenta de la sangre de los niños árabes. Nadie, excepto ustedes, musulmanes, tiene el poder o la capacidad de detener la masacre en Palestina.

Por eso, los convoco como cristiano ortodoxo desde Georgia, un país que quisieron convertir en un campo de batalla como hoy es Palestina. Mahoma, Faygumber, Ali y otros profetas les dejaron el Corán y la Sunna como testamento; luchen y mueran por Alá. Nosotros, los cristianos ortodoxos, buscamos la muerte por Cristo, así es como hemos sobrevivido y llegado hasta este día.

Periodista Irakli Jankaraşvili, desde Georgia.