Reading Time: 3 minutes

El Líbano enfrenta una de las crisis humanitarias más graves de su historia reciente, resultado directo de la invasión y los bombardeos israelíes que han devastado gran parte del país. Más de un millón de personas han sido desplazadas dentro del Líbano debido a los continuos ataques aéreos y bombardeos que Israel ha ejecutado a lo largo de su territorio, provocando una situación de caos y sufrimiento extremo.

La tensión en la región crece a medida que se habla de una posible invasión a gran escala, una catástrofe que Naciones Unidas ya ha comenzado a documentar con urgencia.

El desplazamiento masivo: más de un millón de personas afectadas

Según un informe reciente de Naciones Unidas, el número de personas desplazadas dentro del Líbano ha superado el millón. Estas personas se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema, muchas de ellas obligadas a huir de sus hogares en busca de refugio, mientras los bombardeos destruyen sus comunidades. Este desplazamiento forzado no se limita a las fronteras del país; más de 100.000 personas han cruzado hacia la vecina Siria en los últimos días.

El alto comisionado de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, advirtió sobre el flujo continuo de personas que huyen hacia Siria en busca de seguridad.

En una publicación en X, Grandi compartió imágenes desgarradoras de cientos de personas apiñadas en un cruce fronterizo, destacando la gravedad de la situación. Equipos de la ACNUR y miembros de la Media Luna Roja siria se han desplegado en cuatro puntos fronterizos dentro de Siria para brindar apoyo a los recién llegados, pero los recursos son insuficientes frente a la magnitud de la crisis.

El impacto en los más vulnerables: niños y mujeres

El sufrimiento humano que ha desatado la ofensiva israelí es inimaginable, especialmente entre los más vulnerables. Según la Media Luna Roja siria, más del 60% de las personas que llegan a los pasos fronterizos desde el Líbano son niños. Estos menores, junto con sus madres y familias, huyen del terror de los bombardeos y enfrentan condiciones sumamente difíciles en su travesía hacia Siria.

El trauma psicológico y emocional que atraviesan es inmensurable. La incertidumbre, el miedo constante y la falta de servicios básicos agravan una situación ya desesperada. Muchos de estos niños han sido testigos de la destrucción de sus hogares, la muerte de seres queridos y el desplazamiento forzoso de sus familias.

Las mujeres, a menudo acompañando a sus hijos, también están soportando una carga insoportable, siendo víctimas de las duras condiciones de desplazamiento, mientras tratan de mantener a sus familias unidas en medio del caos.

Colapso de los servicios sanitarios: la devastación del sistema de salud libanés

La crisis humanitaria en el Líbano se ve exacerbada por el colapso del sistema sanitario, una consecuencia directa de los ataques israelíes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que entre el 17 y el 28 de septiembre, al menos 11 trabajadores sanitarios han muerto y otros 10 han resultado heridos mientras intentaban atender a las víctimas de los bombardeos.

La situación es crítica: 37 centros de salud han tenido que cerrar, mientras que tres hospitales han sido evacuados, dejando a miles de personas sin acceso a atención médica.

El sur del Líbano, la región de Bekaa y el sur de Beirut han sido particularmente afectados, donde muchos trabajadores sanitarios se han visto obligados a abandonar sus puestos debido a la inseguridad. La falta de personal médico y de instalaciones ha dejado a los heridos y enfermos en condiciones desesperadas, sin acceso a los cuidados básicos necesarios para sobrevivir.

Un desastre en aumento

La crisis humanitaria en el Líbano continúa deteriorándose día a día. La invasión israelí ha desencadenado una catástrofe que afecta a todos los aspectos de la vida en el país. El desplazamiento masivo, la destrucción de infraestructura, y el colapso del sistema de salud son solo algunas de las consecuencias visibles de una política de agresión que tiene como objetivo desestabilizar la región.

A medida que la situación empeora, es imprescindible que la comunidad internacional tome medidas urgentes para detener esta agresión y brindar ayuda humanitaria inmediata a los millones de personas que sufren en el Líbano. La protección de los derechos humanos y el fin de la violencia deben ser la prioridad para evitar una tragedia aún mayor.