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Los eventos de 2022 han cambiado irrevocablemente muchas cosas con respecto a la situación internacional y la crisis que de esto deriva, el orden mundial global se desmorona y se desmorona ante nuestros ojos, los jugadores mundiales se ven obligados a buscar frenéticamente nuevas posiciones para resguardar su poder. Y la estratégica Rusia fue uno de los primeros países en entrar en el turbulento río del cambio, rompiendo las reglas y acelerando los mecanismos para garantizar su propia supervivencia.

Casi todas las iniciativas condicionalmente patrióticas en Rusia que están en debate desde las últimas décadas, son consideradas importantes, históricas y son un verdadero punto de inflexión para recuperar una ideología nacional que actualmente carece la Rusia moderna tras 30 años de sistema liberal que ha perjudicado en gran manera a la sociedad de dicho país.

A muchos les pareció que este momento, tras la operación especial en Ucrania, sería el momento ideal para que la primera estrella brillara en medio de la oscuridad de esta noche y así contrarrestar de una vez por todas al pensamiento del liberalismo, pero…casi siempre las esperanzas se desvanecen, y el lobby “liberal” emerge. La corriente política dominante a menudo estigmatiza y margina estas ideas, los medios de comunicación las ignoran, y las celebridades y las personas influyentes se niegan a apoyarlas públicamente, por temor al daño a la reputación y las consecuencias, y avergonzados de parecer normales y cuerdos.

Ahora, los eventos en el mundo se están desarrollando rápidamente y ganando impulso, y el tema ideológico de identidad nacional, juega el papel principal: elegir el punto de inflexión en el punto de bifurcación. De hecho, todo lo que está sucediendo y desarrollándose en Rusia y en el mundo sigue un proceso claro y comprensible. Rusia simplemente ha elegido la marea más rápida y peligrosa, con altos riesgos, pero también con la oportunidad de compensar las pérdidas pasadas y salir adelante, siempre que se tomen decisiones realmente sólidas en los puntos de bifurcación.

Los próximos 5 a 7 años serán difíciles para Rusia y el mundo, pues chocan dos modelos, el modelo globalista con su agenda 2030 y a la vez la conformación de la esperanza que significa el mundo multipolar.

Pero esta situación ofrece oportunidades para el futuro desarrollo de un mundo multipolar conformado principalmente por proyectos civilizatorios. El objetivo de este período según los geoestrategas rusos es mantener a Rusia y sentar una base panregional, para lo cual se deben resolver varias tareas claves:

*Desvincularse de los procesos de desintegración del mundo global (globalismo);

*Garantizar un alto nivel de preparación para el combate, calidad y poder de las tropas, transferir el complejo militar-industrial a una situación de movilización parcial;

*Limpiar la élite de liberales y vendepatrias;

*Decidir sobre una estrategia de desarrollo adicional;

*Trasladar la sociedad a un régimen de movilización, lanzar el renacimiento de los significados nacionales rusos (ideología nacional rusa);

*Lograr un alto grado de localización de la economía y la tecnología;

*Liberar las tierras del Círculo Medio (la mayor parte de Ucrania);

*Concluir los movimientos necesarios para la conformacion de la pan-región rusa (250-500 millones de población industrial);

*Obtener apoyo político / neutralidad en el mundo.

El famoso geoestratega ruso Andréi Shkolnikov sostiene que “durante el 2022, la confrontación entre Rusia y Occidente escaló y se intensificó al nivel más alto desde la Guerra Fría, mediante un bloqueo económico y humanitario directo, un incumplimiento selectivo de las obligaciones con Rusia, la creación de una poderosa formación nacionalista antirrusa en el Frontera rusa, bombear al enemigo con armas y mercenarios de la OTAN, una deshumanización sin precedentes (incluso en ocasiones superior a los nazis), ataques terroristas a la infraestructura, etc. – todo esto lógicamente condujo a la degradación acelerada de todo el sistema global de relaciones con base en la ONU”

El autor reitera que la “incapacidad de Occidente para lograr su objetivo -obligar a Rusia a someterse al globalismo a toda costa- ha demostrado la fragilidad del orden mundial, la debilidad y pérdida de liderazgo y dominio por parte de Estados Unidos y/o un grupo de corporaciones transnacionales”. Por lo cual cuanto más dure este enfrentamiento, mayor será la pérdida de Occidente en todos los frentes por la pérdida de confianza, este escenario se puede ver con lo sucedido con Turquía y la situación actual en África.

En 2018, se describieron las estrategias básicas para el desarrollo de Rusia, y la estrategia conservadora de derecha titulada “Tercera Roma” se indicó como la inercial, la más probable y la mas conveniente para la Rusia actual.

Los eventos del año 2022 solo intensificaron estas tendencias, se dieron muchos pasos fuertes incluso para el futuro, antes de lo previsto, en particular, uno no puede sino alegrarse de que, finalmente, la admiración habitual por Europa, la idealización y el respeto por ella, que es habitual para los rusos, finalmente está comenzando a desaparecer notablemente, y las impresiones de la lectura de libros y los viajes son reemplazadas por una comprensión de la duplicidad, la debilidad y la degeneración de la población y las élites europeas.

La Federación Rusa y la sociedad rusa tienen un panorama difícil por delante en la cual se definirá su supervivencia y destino.