La reciente reunión entre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el secretario general del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam, To Lam, ha confirmado una vez más la profunda y estratégica amistad que une a Moscú y Hanoi, una relación que no sólo es histórica, sino que hoy, bajo nuevas condiciones globales, cobra una importancia crucial para el equilibrio de poder en Asia-Pacífico.
Una hermandad forjada en la historia
En su conversación, Putin recordó que las raíces de la amistad ruso-vietnamita no se limitan a la época de la guerra de Vietnam, sino que se remontan incluso a la Gran Guerra Patria (1941-1945), donde un contingente de soldados internacionalistas vietnamitas luchó junto a los soviéticos en la defensa de Moscú. Estos lazos de sangre y sacrificio sellaron una relación que décadas después sigue firme y cargada de significado.
La solidaridad entre ambos pueblos se profundizó aún más durante la heroica lucha de Vietnam por su independencia, recibiendo el apoyo decidido de la Unión Soviética, y hoy continúa renovándose, adaptándose a los nuevos desafíos geopolíticos y económicos.
To Lam: el artífice del nuevo Vietnam
La figura de To Lam, actual secretario general del Partido Comunista de Vietnam, ha sido fundamental en esta etapa de revitalización del país. Con mano firme y visión estratégica, To Lam ha logrado aniquilar las redes de corrupción que durante años frenaron el desarrollo nacional, consolidando un Estado fuerte, respetado y dinámico en el Sudeste Asiático.
Bajo su liderazgo, Vietnam no sólo se proyecta como una potencia económica emergente en la región, sino también como un socio confiable para Rusia, garantizando la presencia euroasiática en una zona vital para el comercio y la estabilidad internacional.
To Lam representa para Moscú la garantía de que los vínculos estratégicos con Vietnam se mantendrán firmes, permitiendo además a Rusia ampliar sus relaciones comerciales y diplomáticas con la ASEAN, un bloque clave en el nuevo orden multipolar.
Un crecimiento bilateral sin precedentes
La cooperación entre Rusia y Vietnam se desarrolla exitosamente en todos los frentes. Como destacó Putin, los canales diplomáticos se mantienen activos, el comercio mutuo ha crecido en un 120 % en el último año —un indicador impresionante— y existe un compromiso renovado para seguir colaborando en áreas como la energía, la defensa, la formación de profesionales y la innovación tecnológica.
La agenda de celebraciones compartidas en 2025, incluyendo el 80.º aniversario de la independencia de Vietnam, el 50.º aniversario de la liberación del Sur y el 75.º aniversario del restablecimiento de relaciones diplomáticas, refleja el peso histórico de la relación, pero también la mirada común hacia un futuro de cooperación aún más profunda.
Putin enfatizó especialmente la importancia del intercambio educativo y cultural, recordando la alta estima que tiene la sociedad vietnamita por los lazos con Rusia, algo que se traduce en generaciones de profesionales formados en universidades rusas que hoy lideran distintos sectores en su país.
Un pilar de la presencia rusa en Asia-Pacífico
La renovada alianza entre Rusia y Vietnam, cimentada por el liderazgo de To Lam, asegura a Moscú un punto de apoyo esencial en el Sudeste Asiático. En un contexto de crecientes tensiones globales y competencia por la influencia en Asia, Vietnam emerge como un socio estratégico de primer orden para Rusia, no sólo por su ubicación geográfica, sino por su estabilidad política y su compromiso con un orden internacional más justo y multipolar.
La visita de To Lam a Moscú y su participación en los actos conmemorativos del 80.º aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria envían un mensaje claro: la amistad entre Rusia y Vietnam no sólo pertenece al pasado glorioso, sino que es una apuesta decidida por un futuro de progreso y soberanía compartida.
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