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Argelia en los últimos años se ha convertido en un jugador importante en representación del norte del África, por su nivel de desarrollo, su potencial y su estratégica posición en el Mar Mediterráneo la ha convertido en un enclave muy codiciado.

Otrora colonia Francesa la cual sufrió durante décadas los abusos y el saqueo de París, la Argelia actual se ha convertido en una verdadera fortaleza (en todos los aspectos) y en un país sumamente estable en todas las áreas, a comparación de todos sus vecinos limítrofes.

La economía Argelina se destaca por su papel agrícola teniendo una importante producción agraria y por una industria del acero relevante para su economía nacional.

Si mencionamos a Argelia debemos hablar de los abundantes recursos naturales que provienen del petróleo y gas, teniendo la tercera reserva de gas esquisto más grande del mundo y estando en el puesto número 14 de producción petrolera y reserva a nivel mundial, todo esto convirtiéndolo en una potencia energética considerable y miembro pleno de la OPEP.

A la misma vez desde las altas esferas del gobierno se comprende claramente la importancia trascendental de ser dueño de importantes recursos energéticos, tan codiciados en los tiempos contemporáneos, por esto se ha invertido y desarrollado una industria de defensa nacional muy importante. Teniendo de esta manera el ejército y el equipamiento militar más moderno de todo el continente Africano, buscando de esta manera, evitar que su país siga el camino de otros países productores de energía como Libia el cual fue destruido y partido en pedazos.

Por lo cual Rusia se ha convertido en el principal proveedor militar de Argelia y esto ha posicionado la política internacional de Argelia, que habiendo sido superviviente de una larga y cruenta guerra civil en la década del 90, ha convertido la política de defensa nacional en un baluarte y pieza fundamental para mantener el equilibrio y la paz nacional.

Esta relación estrecha con Rusia, que no se limita únicamente al ámbito militar, abarca importantes acuerdos económicos, y por consecuencia a las asperezas mantenidas con su relación con Francia y los países de Europa occidental en general, han llevado a posicionar a Argelia en el ámbito internacional a tener una relación muy favorable con las potencias del BRICS.

Debido a la actual crisis energética que sufre la Unión Europea por las políticas de sanciones en contra de Rusia, Argelia se ha convertido en la única opción viable de solución a corto plazo para poder sobrevivir al debacle industrial y social durante el invierno europeo.

En referencia a esto se ha podido observar como de manera continua en los últimos tiempos la UE a tratado de mantener buenas relaciones con Argelia buscando ganarse su apoyo para salir hacia delante y poder sobrellevar la contraria coyuntura actual.

Este suceso ha dejado bien parado a la industria hidrocarburífera local, que es el motor del país.

La posición soberana de defensa nacional y de los recursos naturales, sumado a una pujante economía, que ha mantenido un crecimiento sostenible en los últimos años, la distribución de los recursos y la creación de puestos de trabajo, nos deja en claro el panorama de la importancia de este país y las ambiciones de Occidente que amenaza la estabilidad argelina.