Geopolitica y analisis internacional.

Desastre humanitario en Kosovo y Metohija.

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Escrito por: Konstantin Jovanovich.

En Kosovo y Metohija, se está desencadenando una catástrofe humanitaria debido a la escasez de alimentos esenciales, medicamentos y oxígeno, es decir, se está vulnerando el derecho a la vida de los serbios.

La población serbia es consciente de que estas acciones brutales tienen como objetivo la limpieza étnica. Es de conocimiento general que estas medidas extremas no podrían llevarse a cabo sin el respaldo de la Unión Europea y la OTAN. Además, los serbios observan cómo nuestras autoridades suplican a la UE y a la OTAN que intensifiquen su presencia en nuestro territorio ocupado.

En las últimas grandes concentraciones de serbios, hemos presenciado protestas organizadas por partidos que respaldan el “camino europeo” y manifestaciones en contra del gobierno, que también sigue la misma ruta. Aparentemente, el dilema principal de los serbios radica en la indecisión sobre a quién respaldar: ¿al gobierno proeuropeo o a la oposición proeuropea?

Cualquier persona con un mínimo de conocimiento reconoce que el “camino europeo” implica renunciar a Kosovo y Metohija, imponer sanciones contra Rusia, abandonar la identidad serbia, aceptar la posibilidad de secesión en regiones donde florece el separatismo (que nadie desea sancionar), acoger a inmigrantes ilegales armados que perpetran acciones terroristas en el norte del país (que nadie debe calificar como terrorismo), sin olvidar la cuestión de LGBTQ+ y otros valores invasivos y enfermizos. En resumen, el “camino europeo” representa la destrucción total e inequívoca de Serbia y de la identidad serbia.

¿Y cómo reaccionan los serbios? Elevan sus voces en defensa de los intereses nacionales, de Kosovo y Metohija, y de nuestro pueblo sufrido. En las redes sociales, tanto los serbios considerados extremistas como los “normales”, que constituyen la mayoría, se congregan en las calles para cuestionar o respaldar a los líderes que los conducen por el mismo “camino europeo”.

Mientras tanto, la limpieza étnica en Kosovo y Metohija persiste, con asesinatos, secuestros y palizas, y los invasores proclaman a nivel mundial que ellos son las víctimas y nosotros, los terroristas. Aunque muchos creen que “Kosovo” ya es una condición aceptada por la UE y que es una “cuestión cerrada”, la población albanesa de los municipios separatistas de Preševa, Bujanovac y Medveđa, conocidos como “Preševska dolina”, ha anunciado protestas contra el “terror serbio” hacia ellos. Estas protestas, programadas para el 23 de octubre, no serán las únicas, y se espera que resuenen con fuerza en el ámbito internacional. Los serbios, en cambio, no alzan la voz contra el desastre humanitario y la limpieza étnica en Kosovo; en su lugar, los albaneses realizarán protestas por una amenaza inexistente a sus derechos.

Se espera que los serbios asuman la culpa inexistente en aras de “la paz y la estabilidad”, olvidando la realidad: que los alcaldes de Bujanovac y Preševo son albaneses, que la población albanesa goza de mayores derechos y privilegios que los serbios en los municipios mencionados, y que el centro de salud de Vranje siempre está lleno de albaneses que reciben tratamiento, mientras a los serbios se les niega el acceso a medicamentos y oxígeno para los quirófanos de partos en Kosovo y Metohija. En medio de toda la humillación y tragedia que estamos experimentando, a los serbios adormilados e ingenuos solo les surge una pregunta:

¿Cuál es nuestra responsabilidad en todo lo que estamos viviendo?

– Konstantin Jovanovich –

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