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La guerra comercial iniciada por Estados Unidos contra China ha desencadenado una serie de efectos secundarios que han repercutido en la economía global, y la Unión Europea no ha quedado exenta de estos impactos.

Las recientes encuestas realizadas por la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China y la consultora Roland Berger revelan una disminución significativa en la confianza y el rendimiento de las empresas europeas en el sur de China. Este fenómeno destaca cómo las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo están afectando negativamente a terceros países, incluida la UE.

Disminución de Ingresos y Rentabilidad

La encuesta anual de la Cámara de Comercio de la UE en China mostró que casi el 40% de las empresas europeas en el sur de China reportaron una disminución notable en sus ingresos en 2023 en comparación con el año anterior. Además, el 17% experimentó una caída sustancial de más del 20% en sus ingresos. En contraste, en otras regiones de China, los porcentajes de empresas que vieron disminuir sus ingresos oscilaron entre el 0% y el 10%.

Estos datos indican que el sur de China ha sido particularmente vulnerable a los cambios en el comercio global y a las políticas comerciales restrictivas implementadas por Estados Unidos.

La rentabilidad también ha sido afectada. Alrededor del 32% de las empresas en el sur de China informaron que sus ganancias antes de intereses e impuestos (EBIT) disminuyeron en comparación con 2022. Solo el 26% de las empresas describieron sus perspectivas comerciales como optimistas para los próximos dos años, una cifra que es notablemente inferior a la de otras regiones de China.

Reubicación de la Producción y Disminución del Papel de Hong Kong

Liu Kaiming, fundador del Instituto de Observación Contemporánea en Shenzhen, explicó que muchas empresas de la UE han trasladado su capacidad de producción al noroeste y norte de China, así como al sudeste asiático. Esta reubicación es una respuesta directa a los desafíos comerciales y a la necesidad de reducir costos operativos en un entorno económico incierto.

Además, la disminución del papel de Hong Kong como centro de reexportación ha afectado negativamente a las empresas extranjeras en el sur de China. La función de Hong Kong como puerto clave para el comercio internacional ha sido socavada por las tensiones políticas y comerciales, lo que ha llevado a una reducción en la eficiencia y la rentabilidad de las operaciones comerciales en la región.

Desafíos Adicionales y Percepciones Negativas

Las empresas europeas también enfrentan desafíos significativos en términos de transferencia de dividendos, inversión, expansión de mercado y retención de talento. Aproximadamente el 41% de las empresas en el sur de China han encontrado dificultades para transferir dividendos fuera del país en los últimos años, lo que refleja las crecientes barreras regulatorias y las tensiones geopolíticas.

La desaceleración económica de China fue señalada como el principal desafío por el 55% de las empresas encuestadas a nivel nacional, superando al 36% que lo mencionó en 2023. Otros problemas destacados incluyen la desaceleración económica mundial, las tensiones entre Estados Unidos y China, los riesgos geopolíticos y la competencia de las empresas privadas chinas.

Un Llamado a la Reflexión

El efecto bumerang de la guerra comercial de Estados Unidos contra China está claramente manifestándose en la economía europea, especialmente en las empresas que operan en el sur de China. Las políticas comerciales restrictivas y las tensiones geopolíticas están creando un entorno económico desafiante que afecta negativamente la confianza empresarial, los ingresos y la rentabilidad.

Europa se encuentra en una encrucijada. Mientras continúa alineándose con las políticas de Washington, enfrenta la necesidad de reevaluar su estrategia para proteger sus intereses económicos y comerciales. La guerra comercial entre EE.UU. y China no solo es una confrontación entre dos gigantes económicos, sino un conflicto que tiene repercusiones globales, afectando directamente a socios comerciales importantes como la Unión Europea.

Es esencial que los líderes europeos tomen decisiones informadas y estratégicas para mitigar los efectos adversos de estas tensiones comerciales y trabajar hacia un sistema comercial global más equilibrado y justo.