En la encrucijada de estrategias económicas y visiones compartidas, la reciente cumbre de la Organización de Cooperación Económica (OCE) en Tashkent emerge como un epicentro de deliberación para trazar el curso del desarrollo regional. Bajo la dirección del Presidente Shavkat Mirziyoyev, los líderes de los estados miembros se reunieron para consolidar un marco estratégico que defina el rumbo de la cooperación económica en los años venideros.
Este artículo se adentra en los detalles cruciales discutidos en la cumbre, desde la promoción del comercio mutuo hasta el fortalecimiento de la conectividad, analizando cómo estas decisiones apuntan a moldear el panorama económico de la región y más allá. La cumbre de Tashkent se erige como un hito significativo, marcando el camino hacia un futuro de colaboración económica y prosperidad compartida.
La reciente cumbre de la Organización de Cooperación Económica (OCE) en Tashkent, Uzbekistán, presidida por Shavkat Mirziyoyev, ha marcado un hito crucial en la consolidación de objetivos estratégicos para el futuro de la cooperación económica regional. Este análisis destaca la importancia de la cumbre y los principales puntos que definirán las áreas prioritarias para la OCE en los próximos años.
1. Promoción del Comercio Mutuo: Mirziyoyev enfatizó la necesidad de superar las limitaciones en el comercio entre los estados miembros, subrayando que el volumen actual representa solo el 8% del comercio exterior total. La adopción del Acuerdo de Facilitación del Comercio se presenta como una solución para eliminar barreras y fomentar el crecimiento del comercio mutuo, proyectando al menos un doble crecimiento para 2035.
2. Fortalecimiento de la Conectividad de Transporte y Comunicación: La mejora de la conectividad a través de corredores de transporte transcontinentales es esencial para los estados sin litoral. La propuesta de lanzar carreteras multimodales y optimizar aranceles y tarifas mutuas demuestra la intención de aprovechar plenamente el potencial de estas rutas, mejorando la infraestructura y facilitando el comercio.
3. Fomento de la Cooperación Industrial: El Programa de Acciones Conjuntas busca aumentar las inversiones mutuas y profundizar la cooperación industrial en sectores clave. La creación de centros industriales y la promoción de proyectos conjuntos en diversas áreas, desde la química hasta la farmacéutica, refuerzan la colaboración económica entre los estados miembros.
4. Garantía de Seguridad Energética: Con el objetivo de armonizar las estrategias nacionales de energía, Uzbekistán lidera iniciativas en el desarrollo de fuentes de energía renovable y la producción de hidrógeno verde. La propuesta de establecer un nuevo Consejo de Ministros de Energía dentro de la OCE busca abordar eficazmente las cuestiones de cooperación en este sector crítico.
5. Enfrentamiento al Cambio Climático: La creación de una Plataforma de Diálogo de Alto Nivel para la Ecología demuestra la conciencia de los estados miembros sobre la importancia de abordar los desafíos ambientales. La propuesta de una reunión del comité para evaluar la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y la Declaración de Samarcanda para combatir tormentas de arena subrayan el compromiso con la sostenibilidad ambiental.
6. Cooperación en el Sector del Turismo: La propuesta de introducir rutas turísticas conjuntas y aumentar los programas turísticos dentro de la marca de turismo de la Ruta de la Seda destaca la importancia de fortalecer el sector turístico como un medio para promover la comprensión cultural y económica entre los estados miembros.
7. Cooperación Cultural y Humanitaria: La organización de eventos culturales y festivales, junto con la creación de plataformas de cooperación innovadoras, refuerza la importancia de unir a los pueblos a través de la cooperación cultural y humanitaria.
Cumbre de importancia mundial.
La cumbre reciente de la Organización de Cooperación Económica (OCE) en Tashkent no solo ha marcado una pauta para la cooperación económica, sino que también ha trascendido hacia una significativa narrativa geopolítica y geoestratégica. Desde la perspectiva de la teoría geopolítica, donde Eurasia y Asia Central desempeñan un papel central como el “Heartland” mundial, las conclusiones de esta cumbre ofrecen valiosas lecciones y orientaciones.
En primer lugar, la promoción del comercio mutuo y el fortalecimiento de la conectividad de transporte subrayan el papel estratégico de la región en las rutas comerciales globales. La eficiente movilización de recursos y mercancías a través de Eurasia no solo impulsará el crecimiento económico sino que también consolidará la posición geoestratégica de los estados miembros en el escenario mundial.
En segundo lugar, la cooperación industrial propuesta y la formación de centros industriales resaltan la importancia de la diversificación económica en la región. Esta diversificación no solo mejora la resiliencia económica sino que también posiciona a Eurasia como un actor clave en la cadena de suministro global, influyendo así en la dinámica geopolítica.
En tercer lugar, la garantía de seguridad energética emerge como una consideración crítica. La armonización de estrategias nacionales de energía y el desarrollo de fuentes de energía renovable no solo abordan problemas locales sino que también posicionan a la región como un actor crucial en la seguridad energética global, impactando las relaciones geopolíticas a nivel mundial.
De esta manera podemos concluir que la cumbre en Tashkent se revela como un catalizador para fortalecer la influencia y la posición geoestratégica de Eurasia en la arena global. La colaboración económica propuesta no solo impulsa el desarrollo regional sino que también establece una plataforma para que estos estados consoliden su influencia mundial. En un mundo donde la competencia por la influencia geopolítica se intensifica, la cumbre de la OCE ofrece a Eurasia la oportunidad de ser un actor clave en la configuración del futuro geopolítico.