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La reciente Cumbre del 10º Aniversario de la Organización de los Estados Túrquicos (OET) celebrada en Astaná, Kazajistán, ha marcado un hito en la colaboración y la unidad de los países turcos. Bajo el liderazgo del presidente Kassym-Jomart Tokayev y con la destacada participación del presidente Recep Tayyip Erdogan, este evento geopolítico ha reafirmado la importancia de la unidad turca en una región estratégica de Eurasia.

En esta cumbre, se firmaron acuerdos clave, se propuso la introducción de un alfabeto común, y se destacaron proyectos en sectores como el transporte, la energía y la infraestructura. Este artículo explorará en profundidad los valores culturales y los beneficios estratégicos de la unidad turca, así como las propuestas que podrían dar forma al futuro de esta colaboración.

Cumbre trascendental.

La Cumbre del 10º Aniversario de la Organización de los Estados Túrquicos (OET) celebrada en Astaná, Kazajistán, marcó un hito en la colaboración y la unidad de los países turcos. El presidente Kassym-Jomart Tokayev desempeñó un papel crucial en el evento, y sus declaraciones subrayan el compromiso de la organización con la prosperidad y la cooperación en la región.

En su intervención, el presidente Tokayev resaltó la importancia de los acuerdos y documentos firmados durante la cumbre. Estos documentos están diseñados para promover la unidad y la prosperidad en el mundo turco. La declaración de Tokayev subraya la voluntad de los estados turcos de trabajar juntos para alcanzar objetivos comunes y mejorar el prestigio de la organización.

Además, el presidente Tokayev elogió los logros de la organización, destacando el trabajo previo que se ha realizado. Esto refleja el compromiso a largo plazo de los países turcos para fortalecer sus lazos y avanzar juntos en diversos ámbitos.

Uno de los gestos significativos de Kazajistán durante la cumbre fue su anuncio de enviar ayuda humanitaria por valor de 1 millón de dólares al pueblo palestino. Este acto demuestra la solidaridad de los países turcos con las naciones que enfrentan dificultades.

Acuerdos y una hoja de ruta.

Los 12 documentos firmados tras la cumbre son de gran relevancia. Entre ellos se encuentra la “Ley de Astaná”, que podría tener implicaciones significativas para la región y la organización en su conjunto. La “Declaración de la Cumbre del 10º Aniversario de la OET” es un compromiso formal de los estados turcos con sus objetivos compartidos.

La decisión de otorgar al Presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, la más alta orden del mundo turco refuerza los lazos entre los miembros de la organización. Asimismo, la decisión sobre el estatuto de centro financiero mundial de Turquía podría impulsar el desarrollo económico en la región.

Las decisiones sobre nuevas banderas, nombramientos y el estatuto de observador de la Organización de Cooperación Económica demuestran el deseo de fortalecer la estructura y el alcance de la OET.

La cumbre también estableció un “Día en Recuerdo de las Víctimas de los Desastres y la Solidaridad de la Organización de Estados Túrquicos” el 6 de febrero, lo que resalta la importancia de la cooperación en momentos de crisis.

Los documentos relacionados con la gestión presupuestaria y el desarrollo de las disposiciones de los representantes permanentes de la OET son fundamentales para garantizar la eficiencia y la efectividad de la organización.

El “Protocolo de cooperación entre las instituciones pertinentes de los Estados miembros de la OET en el ámbito de la metrología” y el “plan de acción conjunto de la OTS sobre la ejecución del programa de conexión de transporte” son pasos concretos hacia una mayor integración y colaboración en áreas clave, como la infraestructura y la cooperación económica.

Los documentos firmados en cuestión son:

  1. La Ley de Astaná;
  2. La Declaración de la Cumbre del 10º aniversario de la Organización de Estados Túrquicos (OET);
  3. La decisión de los Jefes de Estado de otorgar al Presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, la más alta orden del mundo turco;
  4. La decisión de los Jefes de Estado sobre el estatuto de centro financiero mundial de Turquía;
  5. La decisión sobre las nuevas banderas de las Organizaciones de Cooperación Túrquica;
  6. La decisión de los Jefes de Estado sobre los nombramientos;
  7. La decisión sobre la condición de observador de la Organización de Cooperación Económica ante la Organización de los Estados Túrquicos;
  8. La decisión sobre el establecimiento del Día en Recuerdo de las Víctimas de los Desastres y la Solidaridad de la Organización de Estados Túrquicos el 6 de febrero;
  9. La decisión sobre la política de gestión presupuestaria del Secretario de la OET;
  10. La decisión sobre el desarrollo de las disposiciones de los representantes permanentes de la OET;
  11. El Protocolo de cooperación entre las instituciones pertinentes de los Estados miembros de la OET en el ámbito de la metrología;
  12. El plan de acción conjunto de la OTS sobre la ejecución del programa de conexión de transporte 2023/27.

Herencia cultural y civilizatoria.

La unidad de los países turcos tiene un profundo valor cultural que se basa en una historia común y en la herencia de la Horda Dorada, un imperio nómada que se destacó en Eurasia en la Edad Media. La Horda Dorada, bajo el liderazgo de Genghis Khan y sus sucesores, dejó una marca indeleble en la historia de la región y se convirtió en un elemento unificador para los pueblos turcos. Los países turcos son considerados los herederos de esta rica herencia histórica, y esto ha contribuido a fortalecer sus lazos culturales y su sentido de identidad compartida.

El presidente Recep Tayyip Erdogan subraya la importancia de preservar y promover esta herencia cultural y la unidad de los países turcos. Una de las propuestas destacadas por Erdogan es la introducción de un alfabeto común entre los países de habla túrquica. Esto no solo fomentaría la comunicación y la comprensión mutua, sino que también serviría como un símbolo tangible de la unidad cultural y lingüística de estos países. Un alfabeto común facilitaría la cooperación en áreas como la educación, la ciencia y la cultura.

Erdogan también enfatiza la importancia de proyectos conjuntos en áreas como el turismo y la infraestructura. La construcción de oleoductos y gasoductos, como el oleoducto de petróleo crudo Bakú-Tbilisi-Ceyhan y el gasoducto transanatolio, representa ejemplos concretos de la colaboración y la unidad de los países turcos en el ámbito económico y energético. Estos proyectos no solo fomentan la cooperación económica, sino que también fortalecen la seguridad energética de Europa y la prosperidad de los países turcos.

El desarrollo del corredor Mar Caspio-Oeste-Este y la mejora de los lazos de transporte son esenciales para eliminar las barreras que obstaculizan el comercio y la colaboración. Además, la facilitación del proceso de visado y la resolución de problemas relacionados con las barreras aduaneras son pasos clave para mejorar la conectividad y el intercambio comercial entre los países turcos.

En conclusión, el presidente Erdogan enfatiza que la unidad de los países turcos no solo tiene un valor cultural y histórico profundo, sino que también ofrece oportunidades significativas para el desarrollo conjunto en áreas estratégicas como la energía, la infraestructura y el comercio.

La promoción de un alfabeto común y la colaboración en proyectos clave son pasos concretos hacia una mayor unidad y prosperidad en la región turca. La propuesta civilizatoria del presidente Erdogan apunta a una visión de futuro en la que los países turcos trabajan juntos para lograr objetivos compartidos y fortalecer su influencia en el escenario geopolítico mundial.