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En medio del conflicto en curso entre el movimiento palestino Hamás e Israel, el líder de Hezbolá, Sayyed Hasán Nasrallah, pronunció un discurso histórico que resonó en la geopolítica de la región. Miles de personas se reunieron en Beirut, la capital del Líbano, para escuchar su intervención, que abordó cuestiones clave relacionadas con la lucha palestina y la dinámica del conflicto. El discurso de Nasrallah destaca el papel crucial que juegan las organizaciones y actores regionales en el contexto del conflicto israelo-palestino y su influencia en la geopolítica del Medio Oriente.

Nasrallah comenzó su discurso expresando sus condolencias a las familias de los miembros de Hezbolá y otros grupos que luchan contra Israel, así como a los civiles que han perdido la vida en combate. Además, agradeció a las fuerzas iraquíes y yemeníes por su apoyo a los palestinos en la Franja de Gaza. Esto subraya la solidaridad y la cooperación entre diferentes actores en la región que comparten el objetivo de apoyar a los palestinos en su lucha.

El líder de Hezbolá hizo hincapié en que el ataque de Hamás en octubre fue una decisión y una implementación completamente palestinas, lo que sugiere un mayor grado de autonomía y determinación por parte de los grupos palestinos en el conflicto. Este desarrollo tiene importantes implicaciones para la lucha palestina y la respuesta regional.

Nasrallah también resaltó la debilidad de Israel y la influencia de Estados Unidos en el conflicto, indicando que EE.UU. está desempeñando un papel activo en la dirección de la guerra en Gaza. Además, expresó su deseo de cortar a Israel de todo contacto y llamó a los países árabes a detener el suministro de petróleo al Estado hebreo, lo que sugiere la búsqueda de medidas más drásticas para presionar a Israel.

En el contexto de esta guerra, Nasrallah estableció dos objetivos clave: detener la guerra en Gaza y lograr la victoria de Hamás. Estos objetivos subrayan la determinación de Hezbolá y sus aliados en respaldar a Hamás en su lucha y promover una solución favorable a los palestinos.

Además, Nasrallah insistió en la necesidad de enviar más ayuda humanitaria a Gaza, destacando la magnitud de la crisis humanitaria en curso y la insuficiencia de la ayuda actual.

El discurso de Nasrallah también incluyó advertencias a Israel, indicando que todas las opciones están sobre la mesa y que cualquier agresión contra el Líbano sería una “estupidez” histórica. Estas declaraciones subrayan la disposición de Hezbolá a responder a cualquier amenaza contra su país y su papel como actor clave en la geopolítica regional.

Contra la agresión y a favor de la paz.

El discurso de Sayyed Hasán Nasrallah, líder de Hezbolá, enfatiza de manera significativa que el objetivo del grupo no es buscar una confrontación con Israel en su conjunto, sino más bien promover el cese de la agresión israelí contra el pueblo palestino. Hezbolá ha sostenido en repetidas ocasiones que su lucha se centra en oponerse al gobierno de ocupación israelí y sus políticas, y no en buscar un conflicto más amplio con el pueblo judío o con los cristianos en Palestina.

Nasrallah ha subrayado el respeto por la diversidad religiosa y étnica en la región, destacando que su lucha se dirige exclusivamente hacia el gobierno israelí y sus acciones en Palestina. Esto es coherente con la postura de Hezbolá de que su resistencia se basa en la oposición a la ocupación israelí y en el apoyo a la causa palestina, sin un componente religioso o étnico.

Este enfoque busca distinguir claramente entre el gobierno israelí y el pueblo judío en general, así como entre los gobiernos de ocupación y las comunidades religiosas en Palestina. La intención es evitar la exacerbación de tensiones religiosas o étnicas y centrarse en la lucha contra la ocupación y las políticas opresivas en la región. Esta postura es coherente con la búsqueda de una solución justa y pacífica en la región y subraya que la lucha de Hezbolá es de naturaleza política y territorial en lugar de religiosa o étnica.